MMXI
aquellos que se pasean con toda fuerza sobre la casa,
nadie apostaba al olvido, aun cuando con tanto esfuerzo
la iba construyendo a diario.
Llegaste una mañana, una encima de resaca,
apartado como un campeón de lo triste, yo todo lo iba embarrando,
no fue aquel día todavía suficiente, y como un adicto a la traición descarado, vil, pediría aún la cuota de postergar mi hombría. Demore la vida, lo sé-
¿Quién era yo?, en que me estaba convirtiendo,
como fue que conspire en mi contra,
desprotegido de la verdad busque en los vicios la voluntad que por mí mismo no daba, hace tanto que me había echado el cielo encima.
Peleando con un enemigo fuerte, la cobardía y yo nos dimos continuas treguas, pero, aunque no quería perderte hacia todo el esfuerzo para que eso pasara, y llegaron las noches más solas, y ese incomodo insomnio fue recordatorio evidente e inconfundible de que las cosas de esta vida no obedecen a nuestra voluntad.
Tu imagen se impregnaba en mis pupilas, y tus pasos se oían con fuerza de tempestad… ¿qué estaba haciendo?
Pero siempre hubo una mecha en mi sabes, una que me quemaba, y mientras la vida quería que me hiciera cada vez más fuerte, mi voluntad me empujaba, ella que siempre era proporcional a mi holgazanería, me estaba matando, consumido en mi propia arrogancia, grite al viento…y eso fue todo lo que basto para esos días.
Me esforzaba en el error, y no tomé pronunciamiento alguno jamás, como si ese silencio no fuera tormento continuo de como los inocentes reclaman también su propia voz.
Como si en el silencio no reconociera que todo lo que contuviera en esta temporalidad humana, se me seria arrebatado con el uso de mis mismas palabras, una tras otra atoradas en los zapatos con los que siempre me apartaba de vos, allí encontré siempre el mejor lugar de como resolver ciertas cosas. Pero no halle consuelo, eso siempre en mí siempre fue una tragedia.
El amor a veces se apaga, se enmudece por un tiempo y nos hace parecer tristes, el amor como dirección única de la verdad solo se esconde para ver cómo te haces fuerte, para perseguirte es que se esconde, no se oculta por protervia, solo pide que insistas, el amor es un paciente eterno, un lugar de encuentros...El amor no sabe a olvido ni se confunde con su aroma, el amor no es mendigo que espera migajas, el amor más bien es un tesoro, como un buen amigo...el amor a veces calla, al amor a veces lo esconden(...) al amor lo abuchearan mil veces, y aun así tendrá un estado puro, el amor como ninguno es un andamio seguro, con los ojos despiertos siempre dispuesto a esperar...y esperar...esperar.
Y ahí estoy yo, de nuevo en los pasos, esta vez descalzo.
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